Cómo prevenir y evitar los robos en la farmacia

Cómo prevenir y evitar los robos en la farmacia

Las farmacias son establecimientos a pie de calle y abiertos al público que, desgraciadamente, son víctimas de robos y atracos de manera más frecuente que otros negocios similares.

España registra los índices más bajos de robos en las farmacias de los últimos 15 años, sin embargo, esta tendencia parece estar cambiando, ya que en el año 2021 empezó a observarse un repunte de este tipo de delitos.

En la mayoría de las ocasiones, aprovechan la oscuridad de la noche para acceder al interior del local y hacerse con el dinero de las cajas registradoras y algunos de los productos más caros o sensibles, como estupefacientes o psicótropos. En cambio, otros cometen sus delitos a plena luz del día y con la farmacia abierta amenazando a los trabajadores, generalmente, con un arma blanca u objeto contundente.

No son necesarias sentencias como la del Tribunal Supremo para confirmar que la violencia externa que pueden sufrir los profesionales de una farmacia es considerada como un riesgo laboral. En este contexto, el titular tiene la responsabilidad de implantar las medidas adecuadas para reducir las posibilidades de que se produzcan estos casos y, aunque así sea, es importante saber cómo actuar y mitigar su impacto.

La primera recomendación que debe seguir el titular de una farmacia es la de contratar un seguro, algo que no es obligatorio por ley, pero que ayudará mucho en caso de sufrir una adversidad de estas características, ya que el farmacéutico podrá sufragar las pérdidas y los gastos originados por las reparaciones.

Evita hurtos y robos en tu farmacia

A muchos farmacéuticos no les cuadran las cuentas a final de mes cuando se encuentran con una diferencia importante entre los ingresos de ventas que debería tener el establecimiento y los que realmente tiene, lo que se conoce como “pérdida desconocida”.

Lo más recomendable de cara a evitar este tipo de delitos es llevar un control muy concreto stock de los artículos y habilitar los avisos y permisos que los programas de gestión tienen.

No se trata de perseguir o sospechar del propio personal, pues esta recomendación hace que sea más fácil y responsable “ir hacia atrás” y saber en qué condiciones el producto o productos ha desaparecido. También es importante estar atento a que nunca se quede nada por cobrar, especialmente, cuando se realizan pagos mediante datáfono, para que, posteriormente, no haya descuadres de caja. Todo debe ir liquidado, y aunque sean pagos pendientes deben quedar registrados en la correspondiente cuenta del cliente, incluso abierta a tal efecto, en la que quede clara esa deuda.

La instalación de cámaras de seguridad es un método muy bueno para averiguar qué ha ocurrido realmente cuando suceden incidencias como las mencionadas anteriormente. Las cámaras deben estar ubicadas en una zona donde puedan grabar, sobre todo, las zonas de venta, el mostrador y las zonas de entrada y salida, no solo la puerta de entrada, sino también ventanas u otros potenciales accesos o puntos débiles del local.

Otra herramienta muy efectiva para reducir los hurtos es disponer de arcos antihurtos, que avisan cuando un producto que no se ha pagado cruza la puerta.

Medidas para prevenir robos y atracos en tu farmacia

La seguridad en el ámbito de la empresa privada está regulada, y en el caso de las oficinas de farmacia, la orden INT/317/2011 sobre medidas de seguridad privada señala que las oficinas que presten servicio nocturno deben disponer obligatoriamente de programas de seguridad que cuenten con “un dispositivo de tipo túnel, bandeja de vaivén o bandeja giratoria con seguro, que permita adecuadamente atender y dispensara los clientes sin que penetren en el interior”, así como “un elemento separador que evite un enfrentamiento de las personas que estén en el interior”.

Además, existen una serie de medidas que una farmacia puede tomar para prevenir robos:

Evitar mostrar información sensible sobre la seguridad o la facturación del negocio delante de extraños o personas ajenas al establecimiento farmacéutico.

– No permitir la entrada al local fuera del horario de atención al público.

Dotar al personal de botones y claves del pánico (botones que se accionan y/o bien activan directamente la alarma o una llamada a la central de alarmas que, tras llamarnos o mirar las cámaras, puede avisar a la policía).

Evitar las rutinas que hagan que la  oficina de farmacia sea atractiva para desconocidos. Por ejemplo, no llevar a cabo el recuento de caja a la vista del público o dejar visibles los objetos y pertenencias personales.

¿Cómo actuar en caso de robo en una farmacia?

Los expertos sostienen que el aspecto más importante en un robo es mantener la calma y controlar, siempre y cuando sea posible, la comunicación no verbal y la expresión corporal ante esta situación imprevista.

Por ello, se tienen que evitar acciones que puedan resultar sospechosas, como hacer movimientos bruscos o mantener contacto ocular. Lo más recomendable y seguro es responder pausadamente y, si se hace alguna acción, explicarlo previamente, como abrir un cajón o soltar unas llaves.

En cuanto al botón de la alarma, solo se debe pulsar cuando se esté completamente seguro de que no supone ningún riesgo para nadie.

En la medida de lo posible, si se sufre un atraco es recomendable acordarse de datos que posteriormente puedan resultar de utilidad a la policía para su identificación, como fijarse en los rasgos físicos de los asaltantes, su forma de hablar, el tipo de vehículo que utilizaron y su matrícula, etc.

Inmediatamente después de que los atracadores abandonen el local, es muy importante que se cierren las puertas para que no vuelvan a entrar, exceptuando aquellos casos en los que haya personas que necesiten asistencia sanitaria.

¿Qué hacer después de un atraco?

Lo primero que hay que hacer después de sufrir un robo es avisar a las autoridades lo antes posible para que acudan al lugar donde se ha producido el delito. Es muy importante que puedan valorar los hechos y no se deje entrar a nadie ni tocar nada hasta que lleguen.

A continuación, hay que presentar una denuncia ante las fuerzas de seguridad que incluya un inventario de los artículos robados y toda la documentación posible que permita contabilizar fielmente los daños sufridos. También es muy importante hacer llegar los documentos al seguro para que inicien la reparación y la reclamación de la indemnización pertinente.

Es importante, si se tienen cámaras de seguridad, considerar que las copias suelen durar muy poco tiempo, por lo que es necesario descargar una copia de seguridad del día en el que ocurrió el atraco. La mayor parte de las aplicaciones solo guardan el vídeo durante 48-72 horas.

La propia correduría informará de las coberturas que incluye la póliza contratada, es decir, de los daños que cubre el seguro. Una preocupación muy común entre los farmacéuticos es cómo se contabilizan estas pérdidas en caso de que no fueran cubiertas por el seguro. En ese caso, el farmacéutico debe saber que se tratan de gastos deducibles y avisar a su gestor para que realice los trámites necesarios.

Volver a la normalidad, ¿cómo afrontar la situación?

Muchas víctimas de robos o atracos, especialmente los segundos, comienzan a sentir miedo y una sensación de indefensión después de los hechos. En estos casos, los psicólogos recomiendan que es muy importante mantenerse activo, intentando volver al trabajo con normalidad y siguiendo las costumbres habituales, y nunca sentirse avergonzado por haber tenido sentimientos negativos asociados al suceso.